ASESINATO DE PADRES JESUITAS EN CHIHUAHUA, LA GOTA QUE DERRAMA EL VASO

De la Redacción de TestigoUrbano Agencia de Noticias. MIÉRCOLES 22 de Junio 2022. Imágen Vatican News/Infobae

Tras el asesinato de Javier Campos Morales conocido también como El Galllo de 81 años y Joaquín Cesar Mora El Morita, de 79 de edad, pertenecientes a la Compañía de Jesús, quienes por decadas entegaron su vida a ayudar a la comunidad Tarahumara en Chihuahua, se da la indignación internacional y se revela el grado de impunidad creciente en México.

Su papel religioso los llevó a ser apreciados y queridos en la comunidad como amigos, guías y parte de las familias taraumaras, la ofensa de llevarse sus cuerpos, impidiéndoles un funeral digno, irrita y acrecienta el dolor de su pérdida ademas de la forma injusta en que les fue arrebatada la vida util y entregada en esa comunidad.

Todos los sectores de la sociedad manifiestan indignación. La noticia ya le dio la vuelta al mundo y es la gota que derrama el vaso de la paciencia ante la inútil política de «abrazos no balazos» de la administración federal en México en materia de seguridad.

La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús aseguró en un comunicado que: «no callaran ante la realidad que lacera a la sociedad… Y que seguirán trabajando… y que exigen una pronta investigación y seguridad»

La comunidades religiosas empezando por la propia jesuita a la que pertenecian los clérigos citados, manifestaron que los actos de violencia en esa zona no son cosa nueva, sino el resultado del olvido de autoridades.

El máximo representante de la iglesia católica el Papa Francisco, ya también se sumó a la exigencia de la recuperación de los cuerpos, luego de expresar su dolor y consternación. La propia ONU a traves de la oficina del Alto Comisionado en materia de Derechos Humanos Guillermo Fernández, reconoció la importancia del trabajo religioso y laico de las víctimas y se unió a la indignación social.

Los hechos suscitados en Urique, Chihuahua, se dieron a consecuencia de que Pedro Eliodoro que era guia de turistas, al ser perseguido entró al recinto religioso de Cerocahui en la sierra Tarahumara, la tarde del lunes para pedir ayuda.

El asesino ya identificado como Noriel Portillo alias «el chueco» líder de una célula secundaria del cartel de Sinaloa además de entrar y matarlo, también mato a tiros a los padres jesuitas quienes trataron de defenderlo. Pero además sus cuerpos fueron sustraídos y no han sido devueltos. Otro sacerdote testigo de los hechos, mencionó que el agresor se encontraba en condición extrema de embriaguez y bajo los efectos de las drogas.

Adicionalmente, se hace referencia al secuestro de cuatro personas mas, incluyendo a una mujer y un menor de edad que fue liberada, de los demas no se tiene mayor dato.

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